El almacenamiento ayuda a que la energía solar contribuya al suministro eléctrico incluso en ausencia de luz solar. También podría ayudar a mitigar los cambios en el flujo de energía solar en la red. Estos cambios se atribuyen a variaciones en la cantidad de luz solar que llega a los paneles fotovoltaicos (PV) o a los sistemas termosolares de concentración (CSP). La producción de energía solar puede verse afectada por factores como las estaciones, la hora del día, las nubes, el polvo, la neblina o la sombra, la lluvia, la nieve y el barro. En ocasiones, el almacenamiento de energía se ubica junto al sistema solar o junto a él, y en otras ocasiones, el sistema de almacenamiento de energía es independiente. Sin embargo, en cualquiera de las dos configuraciones, puede contribuir a integrar la energía solar en el panorama energético de forma más eficiente.
Qué es
almacenamiento de energía
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"Almacenamiento" se refiere a las tecnologías que capturan electricidad, la almacenan como otra forma de energía (química, térmica, mecánica) y luego la liberan para su uso cuando sea necesario.
Baterías de iones de litio
Son una de estas tecnologías. Si bien el almacenamiento de energía nunca es 100 % eficiente (siempre se pierde algo de energía durante la conversión y recuperación), permite un uso flexible de la energía en diferentes momentos de su producción. Por lo tanto, el almacenamiento puede mejorar la eficiencia y la resiliencia del sistema, así como la calidad de la energía al equilibrar la oferta y la demanda.
Las instalaciones de almacenamiento de energía distinguen entre capacidad energética, la cantidad total de energía que se puede almacenar (generalmente medida en kilovatios-hora o megavatios-hora), y capacidad de potencia, la cantidad total de energía que se puede liberar en un momento dado (generalmente medida en kilovatios o megavatios). Las diferentes capacidades de energía y potencia almacenadas pueden utilizarse para gestionar distintas tareas. El almacenamiento a corto plazo, que dura tan solo unos minutos, garantiza el correcto funcionamiento de las plantas de energía solar durante las fluctuaciones de producción causadas por la transmisión de la nube, mientras que el almacenamiento a largo plazo puede proporcionar días o semanas de suministro durante periodos de baja producción solar o fenómenos meteorológicos extremos.